

Chapter 3: Sara
Season 2 Episode 3 | 1h 11m 8sVideo has Closed Captions
The main suspect insists he is innocent, but the institution's reputation is at risk.
The main suspect, guard Gines, insists on defending his innocence. If the hospital does not help him, the institution's reputation will be at risk.
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Chapter 3: Sara
Season 2 Episode 3 | 1h 11m 8sVideo has Closed Captions
The main suspect, guard Gines, insists on defending his innocence. If the hospital does not help him, the institution's reputation will be at risk.
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Learn Moreabout PBS online sponsorshipMujer, 40 años, ¿crees que está relacionado con el de la chica francesa?
Dos secuestros en menos de un mes, en torno a un mismo lugar.
No suelo creer en las casualidades.
Hemos encontrado el coche de Isabel Freire.
[Sara] ¡Por favor!
Me acaban de secuestrar, es un hombre.
Dios, ¡por favor!
Si necesita escucharlo otra vez... No hace falta, esa no es mi mujer.
Es Sara, Sara Guzman, la psiquiatra del hospital.
¿Cuándo fue la última vez que vio usted a su esposa, señor Montero?
-Ayer, en el hospital.
-¿Recuerda cómo iba vestida?
Llevaba vestido rojo, sí.
¿Qué necesitan exactamente?
Para empezar, entrar en su despacho.
Lo siento, pero eso es imposible.
Ese despacho está lleno de expedientes confidenciales.
Cada minuto que pasa cuenta, y su psiquiatra podría aparecer muerta en una cuneta.
Y si vuelve con una orden del juez, yo le abriré todas las puertas que sean necesarias de este hospital.
Yo lo estoy escuchando, señor juez, pero parece que el que no escucha es usted.
Tenemos que entrar ahí, diga lo que diga el juez.
Quiero que entres al despacho de la desaparecida.
[música] Es Ginés, el celador.
El tío que entró al despacho de Sara Guzman, la psiquiatra, y se llevó el informe número 2046.
¿Dónde está?
No lo sé, lo he perdido.
Alain, baja al sótano, rápido.
Ginés está viviendo aquí.
Y hay varios recortes con noticias sobre Catherine.
Y lo peor es esto.
Restos de sangre.
Según las cámaras, Ana Guzmán no salió por ninguna de las puertas.
¿Y si con ese mensaje el culpable solo quería despistarnos?
La obligó a grabarlo porque... Porque sigue allí dentro.
Quiero un agente en cada puerta.
En todas, no quiero que nadie salga ni entre sin identificarse, me da igual si son trabajadores o pacientes.
Han encontrado su vestido.
No, no pudo sacarla desnuda del hospital.
¿Y si le cambiaron la ropa?
¿Para qué?
Para que nadie sospechase.
Tendremos que revisar de nuevo los vídeos de la cámara de seguridad.
Ahí está.
Hemos encontrado el momento donde la sacan del hospital.
Es Ginés Castillo.
Acabamos de recibir los análisis de la sangre que encontramos en su cuarto.
¿Coincide con alguna de las víctimas?
La sangre apareció allí porque Catherine intentó suicidarse.
Tenemos la grabación de las cámaras de seguridad, en las que se le ve sacando a la doctora Guzmán del hospital.
Yo no sabía que era ella.
Yo solo recibí la orden de ir a recoger a una paciente a esa habitación, y llevarla a la ambulancia que esperaba afuera.
¿Qué ha hecho con el informe 2046 que cogió del despacho de la doctora Guzmán?
Se lo entregué a la directora.
¿Qué quiere, inspector?
El expediente 2046.
Tengo la declaración de la persona que robó ese informe por orden suya y después se lo entregó, Ginés Castillo.
Tengo el informe, es de la francesa, iba a terapia con Sara Guzmán.
Eso apoyaría la versión del suicidio que nos ha contado el celador.
Podemos armar vídeos de la terapia.
Hemos localizado la empresa de ambulancias que recogió a la psiquiatra.
[Vidal] La ambulancia llevaba un sistema antirrobo que registra todos los lugares donde estuvo.
[música de suspenso] [teléfono] Policlínico Montalbán, dígame.
Sí.
Sí, sí, por supuesto, enseguida mandamos una ambulancia, gracias.
¡Belén!
Belén.
Esto ya está, y si necesita algo, toque el timbre.
¿Qué pasa?
Dicen que han encontrado a Sara Guzmán, la psiquiatra.
Fede, a la ambulancia.
Vale, voy arrancando.
¿Está viva?
Si, pero no tenemos demasiada información.
-¿Y Catherine?
-De Catherine no sabemos nada.
Si te puedo ayudar... Sí, necesito que me busques un enfermero, por favor.
Búscame a Marcos, ¿de acuerdo?
Acaba de entrar al quirófano, pero yo estoy libre.
No, pero tú no tienes suficiente experiencia.
Y tú no tienes otro enfermero más cerca.
Vale, vale, no te separes de mí, ¿de acuerdo?
Vamos.
Avisa a Casas.
Acaban de informarnos que encontraron a Sara Guzmán.
¿Se sabe algo de Catherine?
Todavía nada.
El inspector Vidal y la comisario Leduc están allí.
En cuanto tengamos alguna información, os la haremos llegar.
Muy bien, Victor está de camino en la ambulancia.
Perfecto.
-Carmen.
-¿Sí?
Necesito que vengas conmigo.
¿A dónde?
Al hospital, quiero que seamos nosotros los que analicemos el cuerpo de la psiquiatra, en cuanto llegue.
Aquí tiene.
Vamos.
[sirena de ambulancia] Esta es la chica que estamos buscando.
24 años, complexión delgada, pelo castaño.
A quien la encuentre, tendrá vacaciones pagadas y todo mi amor.
Venga.
Que no tenemos todo el día.
¿Dónde está?
Por aquí.
Procure no tocar nada, por favor.
Usted haga su trabajo y déjeme a mí hacer el mío.
Ahí está.
Víctor, Fede, hay que buscar la manera de bajar la camilla por aquí.
¡Traigan una cuerda!
O una cadena para bajar la camilla.
Veo que aún respira.
Solo he visto la herida en la cabeza, no la he movido, por si acaso.
Has hecho bien.
¡Esa camilla!
Sara, ¡Sara!, Hey ¡Sara!
Sara, vamos.
Vamos, hey.
Vamos, vamos.
[música] ¡Ah!
[teléfono] Dime.
Alain, necesito saber quién está en el hospital ahora mismo y quién no.
¿Cómo?
¿No decías que entendías el castellano?
¡Pues date prisa!
El que atacó a la psiquiatra acaba de escaparse.
Espera, espera, ¿de qué secuestrador estás hablando?
-¿Y Ginés?
-Hay alguien más.
Tengo que saber a quién estaba persiguiendo.
Tendría que mirar por todo el hospital.
Dime quién está y quién no en su turno.
Tengo que dejarte.
-¿Había alguien más?
-Sí.
¿Y?
Se me ha escapado.
¿La francesa estaba con él?
Es posible que la haya sacado de aquí.
Iba solo, despliega a todos los hombres que puedas, no puede estar muy lejos.
Lleva pantalón y chaquetón oscuro con capucha.
Igual que el asesino de la enfermera, ¿le has visto el careto?
Sí, pero no te lo digo para ver si adivinas, ¿tú qué crees, Vidal?
¿Tú qué crees?
Que de físico a lo mejor te pareces a tu madre, pero en la mala hostia, pero es clavado a tu padre.
A todas las unidades, buscamos a un sospechoso en los alrededores del lugar del secuestro.
Creemos que es varón, va vestido con pantalón y chaquetón oscuro con capucha, identifiquen a cualquier persona en un radio de 1 km.
¿Dónde estabas?
Me he torcido el tobillo y... ¡Nunca te separes del team médico!
-¿Me oyes?
-Sí, perdón.
¿Cómo está la doctora Guzmán?
Muy grave, hay que irse ya, siéntate, anda.
Sí.
¡Nos vamos!
Pulso.
Tensión, por favor.
Vamos, Sara.
Vamos, reina.
Vamos.
¿Han encontrado algo?
¿Algún rastro de Catherine?
Nada.
Pero tenemos la huella parcial de la zapatilla del secuestrador, la ha encontrado Víctor.
El asesino ha estado aquí pero se ha escapado.
Acordonen la zona.
Saquen un molde y manden la huella a analizar el laboratorio, y que nadie se mueva de aquí hasta que hayamos encontrado a Catherine.
Pero... Quiero restos biológicos, huellas de ella, lo que sea.
Hemos rescatado a la doctora Guzmán, pero falta Catherine Le Monnier.
Si la tienen retenida ahí dentro, daremos con ella.
No vamos a parar hasta que la encontremos, ¿entendido?
Entendido.
Ya habéis escuchado a la comisaria Leduc.
Chillida, Botero, sacad un molde de la zapatilla.
Vosotros, a buscar a la desaparecida, quiero que reviséis la cementera de arriba a abajo, ¿de acuerdo?
Los demás, que sigan buscando al sospechoso.
Bueno, venga ¿a qué estáis esperando?
¡Venga, vamos, coño!
Que no tenemos todo el día.
Comisario Leduc, ¿qué novedades tenemos?
Están llevando a la doctora Guzmán al hospital, está muy grave.
¿Cree que sobrevivirá?
No lo sabemos.
Sus equipos están peinando los alrededores de la cementera.
Parece ser que Víctor vio al sospechoso aquí.
¿Qué quiere decir?
Que el secuestrador estaba aquí cuando encontramos a Sara Guzmán.
Víctor lo ha perseguido pero se le han escapado.
Pero eso es imposible, tenemos a Ginés Castillo detenido en comisaría.
Ya, pues, o el celador puede estar en dos sitios al mismo tiempo, o tenemos a un inocente encerrado.
Eso o Ginés tiene un cómplice.
Sea lo que sea, Vidal y sus hombres están buscando por toda la zona, para ver si encuentran al sospechoso y a Catherine.
¿Alguna noticia de ella?
Por ahora nada.
Y no podemos permitirnos el lujo de que siga desaparecida.
Ahora que el secuestrador sabe que hemos encontrado su escondite, no volverá por aquí, y sin bebida, sin comida... Hay que dar con ella antes de que sea demasiado tarde.
En cuanto llegue la ambulancia, nuestra forense va a analizar a la señora Guzmán en busca de cualquier pista que nos pueda llevar a Catherine.
Daremos con ella, no lo dude.
Marcos, vente rápido.
-¿Qué pasa?
-Está llegando la ambulancia con la doctora Guzmán.
Tengo que dejarla.
[música] "Miguel, Gorka, Daniel".
[sirena de ambulancia] ¡Sara!
¿Está bien?
-¿La habéis inmovilizado?
-Venga, vamos, no hay tiempo.
¿Dónde la han encontrado?
Estaba inconsciente en un pozo.
Presenta traumatismo craneoencefálico, y fracturas costales izquierdas, puede que eso tenga el neumotórax.
-¿Ha perdido mucha sangre?
-Sí.
¡Rápido, al box!
Le he puesto ringer expansores, pero no responde, tiene la sistólica bajo mínimos.
¡Paren la camilla!
¡Paren la camilla!
Que nadie la toqué.
¿Qué hace?
-¿Quién se ha hecho cargo?
-Nosotros.
Que sean los únicos que entren en el box.
Comisario, ¿sabe lo que está haciendo?
Nuestro trabajo, doña Adela, el cuerpo de esa mujer está lleno de pruebas, necesito que mi forense le haga un examen que puede llevarnos hasta el culpable.
¡Está entrando en paro!
Doña Adela, por favor, doña Adela, no hay tiempo.
-Quítese.
-Escúcheme.
Comisario, apártese.
Escúchame.
Hemos encontrado a Sara Guzmán viva, y puede que Catherine Le Monnier también lo esté, el tiempo corre en nuestra contra.
También el tiempo corre en contra nuestra, vamos, pasad, quítese.
Vamos.
Quítese, comisario, adelante.
No sé si sabe lo que está haciendo.
Estoy salvando una vida, es lo primordial.
Y yo espero salvar más de una, si cogemos al culpable, salvaremos la vida de muchas mujeres.
Deje al menos que nuestra forense entre con ellos.
Imposible, solo pueden hacerlo cuando la hayamos estabilizado.
Doña Adela, yo, yo puedo entrar y encargarme de que las pruebas se contaminen lo menos posible, conozco el procedimiento.
Por nosotros está bien.
Ande, dese prisa, rápido.
-¿Frecuencia cardiaca?
-186.
¿Qué presión tiene?
40 a 20, vamos, que la perdemos.
No vamos a perder a más compañeros, ¿me oyes?
Hay que subir la dosis de lidocaína.
Eso puede tener un efecto adverso, no estoy de acuerdo.
Yo soy el cirujano jefe y yo doy las órdenes.
Este paciente es mi responsabilidad.
¡Está fibrilando!
¡Rápido, palas!
Carga 200.
Víctor, las palas.
Vamos, las palas.
¿Qué pasa?
¿No has visto un desfibrilador en tu vida?
Lo siento, son los nervios, perdón.
Sal de aquí o búscate otro trabajo.
Preparamos un tubo tórax.
Vamos, carguen.
Un, dos, tres, ¡fuera!
Carga a 250.
Un, dos, tres, ¡fuera!
Comisario Leduc, creo que hemos encontrado algo.
¿A Catherine?
¿Qué es eso?
Parecen restos de aceite de un vehículo, yo diría que es de una moto, por la forma y distribución.
Y todavía está caliente.
Del asesino.
No creo que sea de Jorge Lorenzo.
Si esa huella es del asesino, eso quiere decir que vino y se fue de aquí en la moto.
¿Y?
Pues, que es imposible que se llevara a Catherine con él.
Puede que ni siquiera la tenga aquí.
Comuníquele al comisario Casas los avances de la investigación.
De acuerdo.
Comisario.
Gracias.
No puedes hacer nada para que salven la vida de esa mujer.
No depende de ti.
Solo espero que no se contaminen las pruebas.
Y que el sufrimiento por el que ha pasado la psiquiatra sirva para saber quién está detrás de todo esto.
¿Crees que alguien pudo tenderle una trampa al celador?
Puede ser.
O puede ser que hayamos estado equivocados desde el principio y en vez de un único responsable, sean dos.
Al parecer, el secuestrador estaba en la escena del crimen cuando llegamos a la cementera.
Pero, ¿a quién puede estar encubriendo Ginés?
Solo hay tres personas que pueden saberlo.
Ginés, su cómplice y la doctora Sara Guzmán.
¿Cómo está?
Dime que está bien, por favor.
Hemos conseguido estabilizarla.
¿Qué le han hecho?
Sara sufrió un traumatismo craneoencefálico, y tiene una costilla rota.
Habrá que esperar las próximas horas para ver cómo evoluciona.
Gorka, escúchame, hemos preferido inducirle el coma, mientras esperamos que baje la inflamación intracraneal.
Quiero entrar a verla.
Me temo que eso va a ser imposible, señor Montero.
Es mi mujer, no me puede prohibir que la vea.
Sintiéndolo mucho, me temo que sí.
Su esposa ahora mismo es un testigo clave en la desaparición de Catherine Le Monnier y en el asesinato de Isabel Freire.
Y nadie que no cuente con mi autorización puede tener acceso a ella.
Les dejé hacer su trabajo, y ahora haremos nosotros el nuestro.
Pero han detenido a Ginés, ya no hay peligro de que nadie ataque a Sara.
¿Comisario?
No puedo decirles nada.
Pero, de momento la señora Guzmán va a tener protección policial las 24 horas del día.
Y ninguno de ustedes podrá pasar a verla.
Ni siquiera usted, señor Montero, lo siento.
¿Qué está pasando?
Tengo derecho a saberlo, la que está ahí dentro es mi mujer.
-Entiendo su situación... -No, no lo entiende, ¿a qué viene esto?
Adelante, doctora Díaz.
Necesitaré ayuda.
Iré con usted.
Si, si me permite.
Adelante.
[música] Venga, vamos.
¿Adónde?
A la sala de interrogatorios, el comisario Casas quiere hablar con usted.
¿De qué?
De poesía.
Es que al comisario le gusta mucho Calderón de la Barca y quiere comentar con usted el último libro.
¿De qué cree usted que quiere hablar el comisario?
¿Eh?
Ande, pase.
Señor Castillo, por favor, siéntese.
No sé si sabe que hemos encontrado a la doctora Guzmán con vida.
No.
Entonces, ya les habrá dicho que yo no tengo nada que ver con su secuestro.
Desgraciadamente, la doctora Guzmán se encuentra en coma inducido y no hemos podido hablar con ella.
Ya.
¿Y piensan tenerme aquí hasta que la despierten?
Mire, señor Castillo.
Cuando encontramos a la doctora pudimos ver que había un sospechoso sin identificar en el lugar.
Creemos que es su cómplice.
¿Cómo?
¿De qué está hablando?
¿Quién le está ayudando, señor Castillo?
-Nadie.
-No le creo, ¿dónde está Catherine Le Monnier?
Le juro que no lo sé.
¡Basta de gilipolleces!
Sabemos que no trabajas solo.
Vidal.
Comisario, se lo juro, créame.
Díganos quién es su cómplice y, y quizás podamos echarle una mano.
Ya se lo he dicho, soy inocente.
Yo no he hecho nada.
Así que por favor, déjenme salir.
Le vimos sacando a la doctora Guzmán.
Ya se lo dije, comisario, yo no sabía que era ella, para mí era una enferma más, eso forma parte de mi trabajo.
Sí, claro, ¿pero qué te crees que somos?
¿Idiotas o qué?
Estaba en el parte, pregúntele al médico que lo firmó.
Lo haremos, no lo dude.
Señor Castillo, ¿por qué destruyó el DVD de Catherine Le Monnier?
¿Qué?
No, no, no.
Yo no rompí nada, yo solo se lo entregué a doña Adela.
No sé si es consciente de la gravedad de su situación.
Estamos hablando de un secuestro con tentativa de asesinato, eso solo en referencia la doctora Guzmán.
Por no hablar de la muerte de Isabel Freire y la desaparición de Catherine.
¿Sabe cómo se castiga eso en España?
Quiero hacer una llamada.
Tendremos que solicitarlo al juez.
¿Qué le parece, comisario?
No sé si es el que buscamos, pero es obvio que sabe mucho más de lo que cuenta.
¿Quiere que lo apreté un poco más?
No, de momento no, envíe la orden de trabajo de Ginés del día que se llevó a la doctora Guzmán para que la estudie un grafólogo.
Y que la comparen con muestras de su escritura, quizás saquemos algo de ahí.
En este hospital todo el mundo miente y me estoy empezando a cansar.
Oído, cocina.
Pida también una orden al juez para grabar su conversación telefónica.
Marchando.
Y entérese de si han encontrado algo en el hospital con lo de los restos de aceite de motor.
Si quiere le traigo unos pastelitos con café, comisario.
Si lo prefiere, puede encargarse usted de entregarle el cuerpo al marido de la señora Freire.
Van a enterrar la mañana.
Mejor le traigo una botella de whisky.
¿Cómo está?
Daniele y Belén dicen que está estable, pero sé yo.
La veo tan débil que... No le des más vueltas, lo importante es que está en las mejores manos.
Sara es fuerte, saldrá de esto.
Si al menos pudiera entrar a verla, y supiera que estoy aquí, a su lado.
Ese comisario parece que no tiene sentimientos.
Puede que no te deje, entrar a verla pero te juro que haré lo imposible para que ninguna de sus decisiones atente contra su vida.
Cuando despierte, ¿qué?
Mírela.
No creo que esté en condiciones de hablar con nadie.
Sara hablará con la policía cuando ella quiera, ¿me oyes?
Solo hay algo que me importa más que este hospital y sois vosotros.
Gorka.
Justo estaba preguntando a Daniel por Sara.
Está bien, bueno, al menos está aquí, Isabel no puede decir lo mismo.
Hoy es el entierro, doña Adela quiere que vayamos todos.
Lo que doña Adela quiere, es que vayamos todos a hacer el paripé allí.
Esta mujer es capaz de convertir un entierro en un acto corporativo.
Y no le falta razón, yo creo que es un buen momento para mostrarnos unidos.
De todas formas yo no voy a poder ir, así que, si le das el pésame al marido de mi parte, te lo agradezco.
Por supuesto.
¿Puedo hablar un momento contigo, Daniel?
Sí, claro.
Gorka, deja de preocuparte, Sara va a salir de esta.
Dime que le está pasando a Sara no tiene que ver con lo que tú y yo sabemos.
¿De qué estás hablando?
Lo sabes perfectamente.
No te vuelvas loco.
¿No lo has pensado?
Sí, claro que lo he pensado, y por eso mismo sé que esto no tiene nada que ver.
Que ya has oído la policía, esto es el acto de, de un loco.
Un pobre loco, punto.
Gorka, descansa, ¿va?
[música] Hola.
No deberías estar aquí.
Es el vestuario de las chicas.
Lo sé, solo quería disculparme.
No tenía que haberte dejado sola, y en la operación he sido un desastre.
Todos cometemos errores.
Y tanto.
A este paso, voy a batir todos los récords.
¿Estás bien?
¿Tú qué crees?
Que has estado brillante ahí fuera, que has salvado la vida a la doctora Guzmán.
Ojalá.
De verdad, ojalá, pero... ¿Pero?
No puedo dejar de pensar que Isabel pasó por lo mismo y que nosotros no, no llegamos a tiempo.
¿Erais muy amigas?
¿Qué haces?
-Nada, es solo que no sé... -Vete, por favor.
Discúlpame.
No quería que te sintieras violenta... Y lo has conseguido, vete.
Sigo ganando puntos.
[teléfono] [en off] Habitación de la doctora Guzmán, ven.
¿Dónde te habías metido?
Estaba cambiándome.
¿Habéis encontrado algo?
Creemos que el secuestrador intentó mantener con vida a la doctora Guzmán.
Dale esto a Casas y que lo envíen a analizar.
OK. Cepeda, ¿qué es eso?
¿Es la ropa de la doctora Guzmán?
Culpable.
Te crees muy gracioso.
Mis novias siempre se han reído bastante conmigo.
Excepto una de Toledo, que era un poco seca.
¿Usted no será de Toledo?
¿Por qué tienes eso?
Discúlpeme, el forense me ha pedido que se lo entregue al comisario para que pueda hacer el análisis.
Vaya, veo que, que conoces el protocolo en estos casos.
Sí, claro, ese día no falté a clase.
No como el día que enseñaron el uso de las palas de reanimación.
Me puse un poco nervioso, pero le aseguro que no volverá a pasar.
De eso estoy segura, no se preocupe, ya se lo daré yo a la policía.
Pero, si no es molestia.
Ya se lo daré yo a la policía.
Pero... Cepeda, vaya a atender a la paciente de la 106.
106.
Enfermera, ¿me puedes dar la ropa de la doctora Guzmán?
Iba a dárselo al comisario.
No se preocupe, ya se lo doy yo.
Gracias.
[música] [discado telefónico] Acaban de llevarse la ropa de la doctora Guzmán, dime que no van a encontrar nada que te implique.
No, no, no, no me vengas con esas, no.
Te he dado muchas oportunidades.
Ya te cubrí con lo de Catherine, y no quiero tener que volver a arrepentirme.
No, ni se te ocurra colgarme.
[suspiro] [música] No dejó a mi forense entrar al quirófano, bien, lo entiendo.
Me da igual que lo entienda o no, comisario, solo cumplo con mis responsabilidades.
Y yo con las mías, he dejado que hagan su trabajo, Sara Guzmán está estable.
-Dentro de la gravedad.
-Pero estable.
Y ustedes le han inducido un coma a mí única testigo.
Es la única persona que puede ayudarme a encontrar dónde está Catherine Le Monnier.
Perdone, pero hemos seguido con el protocolo que se sigue en estos casos.
Intentar evitar que el paciente sufra en el proceso de recuperación.
No quiero que la paciente sufra, pero estoy seguro de que pueden suministrarle algo para el dolor que la mantenga despierta durante 10 minutos para que pueda hablar con ella.
Solo sus médicos pueden tomar esa decisión.
No estoy de acuerdo.
Yo no voy a hacerlo.
¿Le da igual que siga desaparecida Catherine Le Monnier?
Por supuesto que no me da igual.
Pero tampoco voy a permitir que Sara Guzmán sufra más de lo que ya lo ha hecho, lo siento.
Aunque encontrase un médico dispuesto, cosa que sinceramente dudo, todos mis empleados se toman muy a pecho sus responsabilidades con nuestros pacientes.
Y aún así, no podría hacerlo sin el permiso de la familia, solo ellos tendrían la última palabra.
¿Quiere quitarle la sedación?
Queremos despertarla del coma inducido.
Pero no podemos hacerlo sin su consentimiento.
Señor Montero, usted es médico además de su marido, la declaración de su mujer es indispensable para que podamos encontrar a Catherine Le Monnier.
O para que otra mujer no desaparezca.
Creí que habían detenido a Ginés y que el caso estaba cerrado.
No solo por la detención, hay pruebas contra Ginés y, y si tenemos suerte, encontraremos restos de ADN en la ropa de su esposa que terminarán de confirmar su autoría y la de sus cómplices.
De haberlos.
Pero... Pero no se trata solo de eso.
Hay otra mujer desaparecida que podría estar viva.
Su vida está en manos de su mujer.
No puedo firmar ese papel.
Señor Montero, le pido por favor que recapacite.
¿Usted lo haría?
¿Sabe lo que se supone despertar un enfermo antes de tiempo?
El dolor, y si quedan secuelas.
Las probabilidades de que afecte realmente su estado son mínimas.
¡Pero las hay!
Sí, las hay.
[música] ¿De verdad que firmaría ese papel si fuese su mujer?
Si le soy sincero, supongo que no.
Pero, sé que a largo plazo me arrepentiría de no haberlo hecho.
Ahora no puedo pensar a largo plazo.
Lo siento.
Era de esperar.
Dígame una cosa, alguna vez ha tenido dilemas morales?
Mi único dilema es intentar resolver el caso que tengo entre manos, en el menor tiempo posible.
[alarma] ¿Qué es eso?
Es la alarma de incendios.
Usted, venga conmigo, no deje que nadie entre en esta habitación bajo ningún concepto, ¿está claro?
Vamos.
Venga, venga al fondo a la izquierda, -salida de emergencia... -¿Y el fuego?
Ni idea.
Salir, de paso, ¿dónde va?
¡Víctor!
Que hay que evacuar el hospital.
Alain.
No hay fuego, no hay humo, esto es una trampa.
¿Cómo que una trampa?
Sara Guzmán está en peligro.
Víctor, por aquí.
Abran paso, por favor.
Alain, ¿dónde vas?
¿No hay que ir a la salida?
Nos han llamado, un paciente necesita que le ayudemos.
¿Voy con vosotros?
No, no se preocupe, ocúpese de toda esta gente, -nosotros nos encargamos.
-¿Seguro?
Seguro.
Esto es una tomadura de pelo, vamos.
¿La doctora Guzmán está bien?
Claro que está bien, espere aquí, por favor.
Creí que iban a hacerle algo, ¿no ha entrado nadie?
No, hemos estado aquí todo el tiempo y no, nadie ha intentado entrar.
Falsa alarma.
¿Falsa alarma?
Dudo que sea una casualidad.
-Yo tampoco lo creo.
-Precisamente hoy.
Si no han hecho esto para atacar a la doctora Guzmán, ¿entonces, por qué?
¡Mierda, mierda, mierda!
¡Joder, qué susto!
Primero, la alarma, y ahora tú, ¿qué queréis, matarme de un infarto o qué?
Perdona, me he olvidado una cosa en el coche.
[música] Necesito la matrícula del coche de Daniel Legarra, el cirujano.
¿Qué modelo de moto?
¿Cómo puede ser que hayamos perdido la ropa de Sara Guzmán?
¿Cómo es posible?
Creí que la doctora Guzmán estaba en peligro y fui a socorrerla.
No le estoy echando la culpa a usted, estaba dentro de un coche de policía.
¿No había un agente custodiándolo?
Se alejó en cuanto saltó la alarma.
Creyó que podría ayudar.
¡Qué desastre!
Nos han hecho la del titiritero, comisario, mira para acá, y te limpio por allá.
¿Y nadie pudo prever que algo así podía suceder?
¿Usted lo hizo?
Porque le recuerdo que también estaba en ese hospital.
Mi responsabilidad no era vigilar la cadena de custodia, era la de sus hombres.
En todo caso, culpar a alguien no va a ser que aparezca la prueba.
Donde usted busca culpables, yo prefiero encontrar soluciones.
¿Y ha encontrado alguna?
Por ahora, tengo una patrulla de agentes buscando la ropa de Sara Guzmán, tanto dentro como en las inmediaciones del hospital, lavandería, contenedores.
¿Tenemos alguna pista de quién ha podido llevarse la ropa?
Lidia, la jefa de enfermeras, fue la última persona a la que vio Víctor con ella antes de que Vidal la llevara al coche patrulla.
Y cuando bajé al parking un poco después de que robaran la ropa, me encontré al doctor Legarra, saliendo de ahí, el cirujano.
¿Y?
Miré en la salfaja faja de su moto y... ¡Eso es ilegal!
Ya hablaremos sobre eso.
Si encontramos algo de manera irregular no podrán usarlo en un juicio.
Entonces, no tiene por qué preocuparse, no había nada.
Aún así, era una de las personas que no estaba en el hospital cuando Víctor se encontró con el secuestrador.
Compruebe si el aceite de la moto del señor Legarra coincide con los restos encontrados en la cementera.
Cualquiera que estuviera en ese momento en el hospital pudo haberse llevado la ropa.
Eso al menos me descarta a mí como sospechoso, uno menos, vamos mejorando.
Hay que averiguar quién activó la alarma para llevarse la ropa de la psiquiatra.
Víctor, puede que algún paciente viera algo extraño.
[música] Víctor.
¿Sí?
Daniel está en quirófano, voy a aprovechar para acercarme a su moto, a ver si tiene algún rastro de tierra de la cementera.
Muy bien.
[música] Hola.
Hola.
Don Pedro, ¿qué tal, cómo está?
Bien.
¿Cuándo va a venir el barbero?
Pronto, el problema es que ahora hay un poco de jaleo, con el tema de la alarma, ya sabe.
¿Cómo no voy a saber?
Si casi me revienta el tímpano.
Claro, lo han puesto aquí en primera línea.
Desde aquí lo habrá visto todo, ¿no?
Todo menos el incendio.
¿Entonces vio a la persona que presionó la alarma?
Claro.
No le diga a mi señora que me he levantado, porque si no, me pone la cabeza como un bombo.
Claro, no se preocupe, no diré nada.
¿Quién fue?
Un hombre.
¿Un médico?
Un médico o un enfermero, alguien del hospital.
Si viera su foto, ¿podría, podría reconocerlo?
Supongo que sí.
Estupendo.
No se olvide lo del barbero.
Ahora mismo.
Don Pedro, no debería estar levantado a estas horas.
A mi edad, lo que no debería es estar vivo.
Ande, ande, no diga barbaridades, venga, a la cama.
¿Y de qué estaba hablando con ese enfermero?
Recién lavadita.
[música] Siento que se haya demorado tanto, pero teníamos que asegurarnos de que... Entiendo.
Usted solo cumple con su trabajo y yo quiero acabar con esto cuanto antes.
Son las pertenencias que llevaba su mujer.
¿Me las puedo llevar?
Gracias.
He oído que han encontrado a la doctora Guzmán y que está bien.
Bien es mucho decir, pero hemos conseguido llegar a tiempo de salvarla.
Ya ha tenido más suerte que Isabel.
No puedo creer que hayas venido.
Puede que Isabel y yo no estuviéramos en nuestro mejor momento, pero aunque no lo creas, Isabel fue alguien muy especial para mí.
Hasta que se convirtió en un problema y le diste de lado.
No me siento orgulloso de tener que darle el pésame a Enrique, como si entre Isabel y yo no hubiera pasado nada, pero, ¿qué quieres que haga, Belén, eh?
¿Que me quedara en casa?
La gente podría sospechar.
Ya, y eso es todo lo que te preocupa, ¿cómo vas a mostrar respeto por la familia de Isabel cuando ni siquiera lo has tenido por la tuya?
[clérigo] A veces el señor pone en nuestro camino obstáculos que parecen difíciles de superar.
Perder a un ser querido siempre es doloroso, pero lo es más aún cuando la muerte llega de una manera tan inesperada.
Por eso estamos aquí reunidos, para acompañar a familiares y amigos en este penoso trance.
Es difícil afrontar esta realidad.
Pensamos que es mejor olvidarla, no hablar de ella, pero la fe nos dice que con la muerte no acaba todo.
El señor nos promete otra vida, la vida de la resurrección.
Y esta fe, la resurrección, es la que nos da fuerzas para continuar viviendo y para trabajar con nueva ilusión en este mundo.
Porque nuestra vida y nuestra muerte tienen un sentido.
Son un paso para esa otra vida que nos promete el Señor.
[música] Es curioso, ¿no?
Habremos coincidido en media docena de entierros, y el muerto nunca era de la familia.
Algunos se sentirían afortunados.
Otros pensarían que en realidad no somos una familia.
Tengo un testigo, un paciente dice que vio a la persona que activó la alarma de incendios.
¿Podría reconocerlo?
Eso dice.
Bien, le diré a Vidal que hable con él.
¿Algo más?
Nada, pero por decir un gracias, no te va a dar un ataque al corazón.
Gracias.
Buen trabajo, Victor.
Le acompaño en el sentimiento.
Su hija era una mujer estupenda, va a ser muy difícil olvidarla.
Gracias, doña Adela.
Lo siento mucho, Enrique, he oído que estás pasando una mala racha.
Pásate por mi despacho, tengo una vacante como celador para ti.
Muchas gracias.
No hay de qué.
A Isabel le habría encantado.
Enrique.
Siento mucho lo que le ha pasado a Isabel, de verdad.
Era una gran mujer.
Gracias a ti, por venir.
[música] ¿Tenemos novedades?
Hemos estado analizando la huella parcial de la zapatilla que encontramos en la cementera.
¿Y?
Tenemos la marca.
¿Tienes el modelo y la talla?
Todavía no.
Han pasado 24 horas desde que encontramos a Isabel Freire.
Catherine Le Monnier continúa desaparecida.
Nos hemos puesto en contacto con la fábrica para que nos echen una mano, pero no va a ser sencillo.
¿Y del aceite de la moto?
Aceite mineral 20W-50.
Se utiliza sobre todo en motos estilo custom.
¿Y eso qué quiere decir, para los que no sabemos de motos?
Las custom son motos de gran tamaño.
Es decir, como la que tiene el cirujano del policlínico.
Sí.
Por los datos que nos han dado del hospital, no hay duda, podría ser su moto.
Comisario, tenemos el permiso del juez para escuchar la llamada de Ginés.
Gracias, Carmen.
[música] Ay, gracias, doctor.
¡Inspector!
¿Ha ocurrido algo?
Venía a hacer unas preguntitas.
¿Puedo ayudarle?
¿Si es usted el paciente de la 108?
-¿Quiere hablar con don Pedro?
-El mismo.
¿Ha pasado algo con él?
No, venía a felicitarle la Pascua.
¿Algún problema, señora Abad?
No, ninguno.
Solo que están a punto de administrarle su medicación, y no creo que sea el momento más adecuado.
Serán solo cinco minutos, luego volverá a ser todo suyo.
Doña Adela, escuche, ha vuelto la policía.
No, no lo sé, pero están molestando a uno de nuestros pacientes.
Sí, se lo agradecería.
No, no, de nada, de nada, gracias a usted, doña Adela.
Bueno, abuelo, cuando vea a la persona que pulsó el botón de la alarma, me lo dice y yo paro.
¿Me entiende?
Es muy fácil, como en el bingo.
Sí, pero no me grite, que no estoy sordo.
Disculpe, es la costumbre de hablar con mi padre.
Vamos allá.
A ver.
¿Es este?
No.
Vale.
¿Es este?
Cuando sea, usted me lo dice.
No, este.
Este es, sin duda.
¿Seguro?
Totalmente, este fue el hombre que pulsó la alarma.
Pues, muy bien, abuelo.
Ahora vamos a llamar a un par de agentes para que... Este es, no, no, perdone, espere... Sí, sí, era este.
Pero, usted me dijo que era este.
Lo sé, es que me he confundido.
Ah, pues nada, yo me llevo las dos.
No, no, no, no, perdone, perdone.
¿Qué ocurre ahora?
Espere, es este.
Sí que sí, es este, este sí que sí.
Fue el médico que rompió la alarma.
Abuelo, estamos de guasa, ¿no?
Inspector.
Doña Adela.
¿Se puede saber qué hace aquí?
Investigar la falsa alarma de incendios.
¿Sabría decirme si el paciente de esta habitación está bien de la cabeza?
Don Pedro sufre demencia senil.
Puede comprobarlo en su historial.
La madre que me parió.
¿Le ocurre algo, inspector?
Que no sirve nada de lo que me ha dicho.
Gracias por avisarme, Lidia, ¿me puedes decir qué sucede?
Pues no, pero pienso averiguarlo.
Tengo que salir un momento, si ocurre algo, me vuelves a llamar.
De acuerdo.
Qué buena mujer, doña Adela, ¿verdad?
Esté donde esté Isabel, estoy segura que le agradece el gesto que ha tenido.
No sé.
No quiero limosnas de nadie, Lola.
No es una limosna, Enrique, yo creo que es una oportunidad para empezar de nuevo.
¿Y qué me va a ofrecer?
¿El puesto del hombre que mató a mi mujer?
Yo en algún momento tendré que volver a mi casa y tú tienes un hijo del que hacerte cargo.
Por cierto, ¿sabes que quería quedarme con la foto que está Isabel con el niño?
He estado buscando la cartera por toda la casa y aquí no está.
Hablaré con la policía.
Puede que esté en el coche, aunque supongo que el comisario lo sabría ya.
Muy bien.
¿Se va?
Llevamos tres días con la nevera tiritando, voy a comprar.
Llévese a Fran.
Y muchas gracias, Lola.
[música] Así que tenemos un testigo, pero su testimonio no es válido.
¿Y se puede saber por qué?
Tiene demencia senil.
Bueno, parece una razón bastante sólida.
¿Sólida?
Sólida como el mármol.
No vea la que me ha liado el abuelo este.
Ha identificado a tres personas, y de todas dice que está seguro.
Eso no nos lleva a ningún lado, otra cosa, tenemos los resultados de la huella que encontramos en la cementera.
¿Se sabe de qué tipo de calzado es?
Sabemos la marca, pero al ser solo una huella parcial, no sabemos el modelo, y de la talla, solo sabemos que es mayor de un 37.
Eso reduce las posibilidades un 0%.
Será a un 0%.
¿Pero qué dices?
Esa es la huella.
Y esta una zapatilla similar.
Dale los datos al psicólogo, puede que sirva de algo para crear el perfil del criminal.
Pero para eso no hace falta ningún psicólogo, lo hago yo.
Pijo, 30 y pico, 40.
¿Pijo?
¿Por qué pijo?
Las zapatillas valen más de 100 euros, ¿quién se gasta 100 euros en unas zapatillas?
Todo el mundo.
¿En unas zapatillas?
Venga, hombre.
¿En serio?
¿16 000 de las antiguas pesetas?
Y luego se preguntan por qué este país está en crisis, venga.
Vidal.
Mirad en el hospital a ver si encontráis alguna similar.
-Muy bien.
-Muy bien.
¿Estáis ya con Ginés?
No, la he retrasado con papeleo hasta que usted llegara.
Gracias.
¿Por qué me has llamado?
Es que no tengo a nadie más, doña Adela.
Necesito que me ayude, necesito un abogado.
Te van a poner de oficio, ¿no?
Sí, ya, pero uno que no va a hacer absolutamente nada por sacarme de aquí.
Tiene que ayudarme.
Ginés.
Yo la he ayudado a usted muchas veces, doña Adela.
Eso es lo que hacen los buenos trabajadores.
Ya, pero usted sabe que yo he hecho, yo he hecho mucho más que eso.
Permíteme un consejo.
No digas nada que pueda perjudicarte.
Creen que he matado a Isabel, y que he secuestrado a Sara y a Catherine, ¡es de locos!
Y ahora dicen, doña Adela, y ahora dicen que yo no lo he hecho solo.
¿Qué?
La policía piensa que tengo un colaborador, un socio o algo.
Usted sabe, usted sabe que eso no puede ser verdad, que yo soy incapaz de hacerle daño a nadie.
Yo no sé nada.
¿Lo dice en serio?
Eres un buen hombre, pero, dada mi posición, comprenderás que no puedo poner la mano en el fuego por nadie.
Está bien.
Doña Adela, yo la he ayudado a usted, he cumplido todo lo que me ha pedido, sin preguntarle ni pedirle nada a cambio.
Ahora, le toca a usted.
[música] Señora Valcárcel.
Supongo que no es necesario que le ponga al tanto de la conversación.
Y yo supongo que no es necesario que le diga que proteger y encubrir a un secuestrador y asesino es un delito que se paga con la cárcel.
Yo no estoy protegiendo a nadie, comisario, desde el primer momento he colaborado en todo con ustedes.
¿Quiere que le recuerde los informes del despacho de la doctora Guzmán?
Podría detenerla por haber destruido el DVD con las sesiones de Catherine Le Monnier.
Si pudiera detenerme, comisario, ya lo habría hecho.
Ese DVD estaba dentro del expediente la última vez que lo vi, si alguien se hizo cargo de él... Y lo destruyó.
Y lo destruyó, no he sido yo.
¿Aunque apareciera en la basura tras limpiar su despacho?
Por lo visto, todo el mundo puede entrar en mi despacho sin mi permiso, comisario.
Quizá le preocupe más saber que los mejores expertos están trabajando ahora mismo para recuperar los archivos que contenía ese DVD.
Tarde o temprano, descubriremos qué decía Catherine Le Monnier en su terapia.
Ojalá sea así, así terminaremos de una vez con esta farsa.
Por cierto, comisario, ¿por qué dice Ginés que ustedes creen que está colaborando con alguien?
Quiere eso decir que el asesino todavía está suelto, ¿no?
Por eso han puesto protección a la doctora Guzmán.
Puede que el asesino siga suelto y, y aún hay una víctima desaparecida, Catherine Le Monnier.
¿Ahora entiendo por qué era tan importante practicarle cuanto antes un análisis forense?
Sí, pero eso no explica por qué no dejan ustedes pasar a su marido a verla.
Por precaución.
Todo el mundo es sospechoso hasta que no se demuestre lo contrario.
¿Qué es lo que han encontrado?
Eso es materia reservada.
Nada, comisario, no han encontrado nada.
Si hubiese encontrado algo, habría puesto patas arriba todo el hospital.
Piense lo que quiera.
Se llena usted la boca hablando de la seguridad, y es usted incapaz de garantizar la de la doctora Guzmán, la de los trabajadores y la de los pacientes de mi hospital.
Igual que es usted incapaz de encontrar a Catherine Le Monnier.
[música] La verdad es que, si lo piensas, Vidal tiene razón.
Hemos perdido la perspectiva con el cambio del euro.
Don perfecto preocupado por el precio de las cosas.
La elegancia no depende del dinero que te gastes, desastre.
Dinero es lo que no creo que te haya faltado.
Ni a ti.
¿O tus padres no te pagaron la carrera de enfermería?
Mi madre, y le costó mucho hacerlo.
Pues, imagínate si eres el menor de tres hermanos y tu padre es un simple gendarme.
Tampoco te esperabas que tuviese hermanos.
Lo que no me esperaba es que tu padre fuese policía.
¿Y el tuyo?
-Hola.
-Hola.
-Hola.
-Hola.
Yo estudié gracias a una beca.
Creía que las becas solo se las daban a los buenos estudiantes.
Primer día, siete, y entré a la primera.
¿Qué?
¿Compitiendo a ver quién la tiene más grande?
La nota.
18 con 5, creo que no hay lucha posible.
Bueno, pero en Francia, ¿qué es lo que se puntúa?
Sobre 20, ¿no?
No te engañes, Cepeda.
Ya, 9 con 25.
[teléfono] Perdón.
Perdón.
¿Sí?
[Enrique] Eres un hijo de puta, ¿creías que no iba a descubrirlo?
[música] ¿Has visto?
Le ha cambiado la cara con la llamada, demasiados nervios.
¿Crees que deberíamos seguirlo?
¿Y tú eres el alumno con 25?
¡Cepeda!
Cepeda, ¿es que no me oyes?
¿Qué ocurre?
Aún no tengo que ir a cambiar los sueros.
Y aunque tuviera que hacerlo, supongo que prefiere andar husmeando por ahí, y metiéndose donde no le llaman, que hacer su trabajo.
-¿Cómo?
-No se haga el tonto.
¿Qué hacía hablando con don Pedro de la alarma de incendios?
-No estaba hablando con... -No, no, no me mienta, me lo ha dicho él.
Y qué casualidad, justo después de hablar con él, viene la policía a interrogarlo.
¿Mmm?
Escúchame bien porque no pienso volver a repetirlo, limítese a hacer su trabajo.
Lidia, no hace falta que grite.
Lo que me tenga que decir dígamelo, pero no levante la voz.
Grito si me da la gana.
La próxima vez, está despedido, no quiero verle en una planta que no sea suya, no quiero verle en una habitación que no sea suya.
Y por supuesto, haciendo nada que no le corresponda.
¿Entendido?
Yo solo quería ayudar.
Si hay un testigo, eso es cosa de la policía, no suya.
¿Usted para qué está aquí?
Para cuidar enfermos.
Pues blanco y en botella.
[música] Se nos ha escapado Miguel.
Es lo de menos, el problema es que ha gritado a los cuatro vientos que hay un testigo.
Ahora todo el hospital está enterado.
Ese testigo no es válido.
Pero el asesino no lo sabe.
Víctor, Víctor, quédate en tu zona.
No es momento de caldear aún más el ambiente.
Voy a seguir a Miguel.
[música] Enrique.
Lo sé todo, hijo de puta.
No sé de qué hablas.
Lo sabes perfectamente.
Y has tenido la desfachatez de darme el pésame en el cementerio.
Enrique, estás cansado, vete a casa.
No me voy a ninguna casa.
Enrique, lo siento mucho, tengo trabajo.
¡No me des la espalda!
¡No tengo nada que hablar contigo!
¿Después de todo lo que has hecho?
Escucha, yo no he tenido nada que ver en lo que le sucedió a Isabel.
¿Cómo quieres que te crea?
-Por favor... -¡Si te acostabas con ella y le mentiste a todo el mundo!
Fue un error, nos equivocamos.
Nos equivocamos, lo siento.
Enrique, por favor, entiéndeme, tienes que entenderme, tengo una familia.
¡Y yo también la tenía!
Pero a ti eso te dio igual, ¿verdad?
¡No!
Voy a ir a tu casa y le voy a contar a tu mujer toda la verdad.
¡Enrique, no hagas tonterías!
Todos tenemos derecho a equivocarnos, y ahora me toca a mí.
¡Lo siento!
¡Lo siento!
Siento todo lo que pasó antes, de verdad, lo siento de verdad.
Lo siento, Enrique, perdóname.
Haría lo que fuera por cambiarlo, pero no puedo, no puedo.
Haga lo que haga, yo o tú, ella no va a volver.
Que te jodan, voy a tu casa ahora mismo.
¡Enrique!
¡Enrique!
Enrique, por favor, por favor.
Por favor, te lo pido.
Ahora sí que te voy a destrozar la vida, hijo de la gran puta.
¿Por qué has tenido que estropearlo todo?
¿Por qué?
Tina, ¿has visto al doctor Manrique?
Sí, ha ido a quirófano.
Gracias.
[música] Doctor Manrique.
Dime.
¿Todo bien?
Sí, todo bien, no te preocupes, Alain.
¿Le ocurre algo?
¿A mí?
No, nada.
¿No deberías haber salido ya?
Sí, solo quería despedirme.
No.
¿Trabajo de última hora?
Eh, sí, un imprevisto, nada importante.
Si quieres te echo una mano.
Alain, hasta mañana.
[música] [enfermero] Una hora, hora y media, cuidado con la mano.
¿Para qué nos dicen que traigamos a alguien si están usando el horno?
Siempre igual.
Volvemos luego.
[música] ¡Víctor!
-¿Sí?
-Tenemos una alerta.
¿Cuál?
La 108.
¿Don Pedro?
-Sí, ¿vas tú?
-Sí.
Don Pedro, ¿se encuentra bien?
¿Don Pedro, qué le pasa?
¿Don Pedro?
[grito] [música] Alguien quiere acabar con nosotros.
¿Pero cuándo va a acabar esto?
Médico, enfermero, hombres, mujeres, da igual.
Voy a tener que contratar más vigilancia privada, está claro que usted es un completo incompetente.
Hemos encontrado la maleta de Enrique Méndez, con su teléfono móvil.
¿Qué ocurrió?
Dígamelo usted, le ha cambiado el gesto cuando me ha visto.
¡Un médico, rápido!
A Víctor le drogaron con una sustancia llamada escopolamina.
¿Quién tiene acceso al uso de la escopolamina en el hospital?
Aparte de usted, claro.
Cualquiera que tenga acceso a la zona podría habérselo llevado.
Hay que averiguar a quién está protegiendo la enfermera Sanz.
Estamos en ello, Alain está vigilándola.
¡Mierda!
Tranquilícese, no podemos perder los nervios ahora.
¿Cómo no voy a perderlo?
Si cada vez que tenemos un sospechoso, hay algo que nos aleja de él.
¿Qué pasa?
Dímelo tú, ¿quién eres?
¿Has visto a Víctor?
No consigo localizarle.
¡Víctor!
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